Protocolos

Criterios Generales

La necesidad de intervenir sobre la flora invasora

Las especies exóticas invasoras pueden ocasionar un grave impacto ambiental, social y económico. Por ello, cualquier empresa comprometida con la mejora del medio ambiente debe desarrollar una política para minimizar su presencia en las instalaciones que gestiona. Agbar ha establecido el objetivo de controlar las especies de flora invasora de todas sus instalaciones. De esta forma se mejora la calidad ambiental de las zonas verdes de estas y, sobre todo, se evita la posibilidad que a partir de los ejemplares existentes en su interior puedan dispersarse e invadir las zonas naturales circundantes. El objetivo general del proyecto BiObserva STOP-invasoras es controlar, en todas las instalaciones de Agbar, las especies exóticas invasoras establecidas como especies objetivo en el proyecto, además de aquellas sobre las que exista obligación legal de actuar. Existe una elevada diversidad de especies invasoras y, por ello, las técnicas de detección y control son también muy distintas. En este apartado se describen criterios útiles y protocolos para su contención y eliminación.

Evitar la introducción directa de especies exóticas invasoras

Algunas de las especies de plantas invasoras se utilizan en jardinería, estabilización de suelos, actividades productivas, etc. Sería el caso, por ejemplo, de la hierba o carrizo de la pampa (Cortaderia selloana), la uña de gato o de león (Carpobrotus edulis), el ailanto o árbol del cielo (Ailanthus altissima) o de la pitera común (Agave americana). Todas ellas son objeto de programas de erradicación en muchos lugares al haber proliferado en entornos naturales. La acción más importante para evitar la proliferación de estas especies consiste en evitar su uso en las actuaciones de ajardinamiento del interior de las instalaciones. Esto afecta tanto a las especies del Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras -las cuales está prohibida su comercialización y uso-, como especies que aunque no están en esta normativa se consideran que tienen carácter invasor en distintos lugares. La consulta de estas especies se puede realizar a través de la búsqueda de especies de la web BiObserva STOP-Invasoras. La recomendación de Agbar es priorizar la utilización siempre de especies autóctonas, que son las que están mejor adaptadas a nuestras condiciones climáticas y por tanto requerirán menor mantenimiento y por otro lado favorecen la biodiversidad de fauna autóctona.
Ajardinamiento de instalación con uña de gato (Carpobrotus edulis)

Como priorizar las especies y actuaciones

Para poder minimizar la presencia de flora invasora en ocasiones puede ser necesaria una notable dedicación de recursos humanos y materiales, por lo que es importante determinar para cada instalación la prioridad de actuar sobre cada una de las especies, y así poder optimizar el uso de estos recursos. Como es lógico, en función de las características de la instalación, de su entorno y del riesgo que representa esa especie invasora en ese lugar, la prioridad y urgencia con la que hay que actuar puede variar significativamente.

La detección temprana de las especies invasoras es fundamental para poder detener su expansión y erradicarla, cuando ya se ha extendido es muy costoso o imposible controlar su población a nivel de territorio.
Como norma general es muy importante priorizar las actuaciones en la fase iniciales de invasión, cuando el número de ejemplares de la especie invasora es reducido, tanto en el interior como en el exterior de la instalación. En este caso va a ser importante también ponerlo en conocimiento de la administración competente para que se puedan tomar las medidas necesarias en el exterior de la instalación y así evitar una mayor dispersión.

Se establecen los siguientes niveles de urgencia y prioridad que deberemos valorar:

Niveles de urgencia y prioridad de actuación

Detección temprana (selección opcional si se conoce):

ALTA
Fase inicial de invasión. Número de ejemplares de la especie invasora reducido en los municipios del entorno o comarca.
BAJA
Cuando la especie invasora está presente o es abundante en los municipios del entorno o comarca (más allá de que en el entorno próximo de la instalación no se encuentre presente).

En función de su ubicación:

ALTA
Instalaciones ubicadas en espacios naturales protegidos o aguas arriba de zonas húmedas catalogadas.
MEDIA
Instalaciones ubicadas en un entorno natural o agrícola
BAJA
Instalaciones ubicadas en entornos urbanos o periurbanos.

En función de la abundancia de la población dentro y fuera de las instalaciones:

ALTA
Cuando la especie invasora no existe o es muy escasa en las zonas naturales circundantes / Cuando la especie invasora presenta muy pocos ejemplares en la instalación.
MEDIA
Cuando la especie invasora está presente pero no es muy abundante en las zonas naturales circundantes.
BAJA
Cuando la especie invasora es muy abundante en las zonas naturales circundantes.

En función del tipo biológico:

ALTA
Plantas acuáticas / Lianas y plantas trepadoras.
MEDIA
Resto de especies.

De forma general recomendamos actuar siempre que sea posible como medida preventiva (*) , aunque de forma prioritaria:

  • cuando el nivel detección temprana es “alto” (en rojo)
  • cuando el nivel de ubicación es “alto” y el de abundancia de la población es “medio” o “alto”.
  • cuando tenemos dos niveles con resultado "alto".
Esto no excluye el criterio experto que pueda indicar la necesidad de actuar si detecta algún riesgo ambiental que lo justifica, independientemente del resultado obtenido en la evaluación.
(*) Hay excepciones cuando se valore que el beneficio ambiental que se obtiene de la actuación es menor que el impacto ambiental que genera.
Comunicación con la administración local

Además de las normativas de ámbito estatal pueden existir normativas autonómicas y locales o protocolos específicos de gestión, tanto en relación al control de especies invasoras como en relación al tipo de trabajos y uso de herbicidas autorizados.

En el interior o en el entorno de espacios naturales protegidos también pueden ser aplicables otras normas de protección y gestión.

Por otro lado, es conveniente comunicar a la administración local las especies invasoras que se tienen en la instalación, sobre todo si están todavía poco implantadas en el entorno, y tener en cuenta sus recomendaciones o incluso establecer una colaboración para erradicar cierta especie a la vez, tanto en el interior como en el exterior de la instalación.

Por todo ello, antes de iniciar los trabajos de control de flora invasora se recomienda establecer contacto con los responsables de medio ambiente de la administración local.

Como realizar los trabajos

Las especies invasoras presentan una gran variedad de características biológicas. En algunos casos se propagan por semillas, otras por rebrote de las raíces, en algunos casos por esquejes o por el simple contacto de fragmentos con el suelo. Ignorar estas características puede comportar resultados contraproducentes y que con nuestra actuación no solo no sean eliminadas, sino que incluso se vean favorecidas. Por ello, se han desarrollado cinco protocolos de actuación genéricos que establecen las actuaciones de control a desarrollar para cada tipo de vegetales.

En cada protocolo se proponen distintos métodos, de control físico, de control químico y de control biológico. Se recomienda priorizar los métodos de control físico para evitar impactos nocivos de los químicos sobre el entorno natural y sobre las personas. Sin embargo, dependiendo del grado de implantación de la especie invasora y del riesgo ambiental para el entorno, puede hacerse necesario optar por métodos de control químico, en este caso es importante seguir las recomendaciones de uso y aplicación que se dan en el siguiente apartado.

Antes de actuar sobre una especie hay que consultar el protocolo que les corresponda, además de la ficha concreta de cada una de las especies objetivo.

Igual de importante que la erradicación de la especie invasora va a ser la gestión de sus residuos para evitar nuevas contaminaciones. Se recomienda leer con atención el apartado correspondiente.


Medidas de seguridad para aplicar herbicidas

Precauciones y medidas obligatorias en relación al uso de herbicidas y otros productos químicos.

La aplicación de herbicidas se llevará a cabo teniendo en cuenta todas las medidas de seguridad requeridas (máscara de seguridad, gafas de seguridad y guantes de protección química), a cargo de profesionales acreditados y de acuerdo con la normativa de obligado cumplimiento.

Para aplicar los tratamientos deben evitarse los días con riesgo inminente de precipitaciones, así como las condiciones con temperaturas superiores a los 25 ºC, o con humedades relativas inferiores al 60 %. En la medida de lo posible la aplicación de herbicidas se realizará de forma localizada y utilizando la dosis mínima recomendada . En el caso de aplicación pulverizada, deberán evitarse condiciones de vientos superiores a los 10,8 km/h.

Cerca de ríos y sistemas naturales acuáticos se extremarán las precauciones para evitar cualquier vertido de producto químico que las pueda afectar.

Debe evitarse el pastoreo, como mínimo, en el periodo recomendado en las etiquetas de los productos.

Gestión de los residuos vegetales

En el transporte y eliminación de los residuos vegetales resultantes de la eliminación de flora invasora hay que ser muy cuidadoso para evitar propagar estas especies en zonas no contaminadas, puesto que muchas de ellas producen un gran número de semillas o pueden enraizar a partir de fragmentos de los tallos o las raíces. En este sentido, hay que intentar efectuar los tratamientos antes de la producción de frutos y semillas . Los restos vegetales han de ser transportados a un gestor de residuos autorizado en un vehículo cerrado o, en todo caso, con el que se pueda garantizar que no puedan caer semillas o restos vegetales durante el trayecto. Ocasionalmente, los restos vegetales se pueden quemar, vigilando que no se ocasione la dispersión de semillas.

Gestión de residuos para evitar
la propagación de los restos vegetales

La clave es un buen mantenimiento

Pese a trabajar con el máximo rigor es difícil que una actuación de control de flora invasora tenga un éxito del 100%, puesto que muchas especies producen un banco de semillas importante o pueden rebrotar a partir de cualquier fragmento de tallo o raíz.

La revisión se realizará con el fin de controlar y arrancar los rebrotes y plantones que pudieran aparecer. Esto supone un esfuerzo mínimo pero determinante para la erradicación definitiva de la especie invasora en la zona, y evitar que la inversión realizada sea en balde.




Las áreas tratadas se revisarán como mínimo una vez cada seis meses en el transcurso de los tres años posteriores a la primera actuación.
Introducción

Este grupo corresponde a árboles, arbustos y herbáceas de gran porte que pueden rebrotar con facilidad des de las raíces. Esta característica implica que la muerte o eliminación de la parte aérea (tronco, ramas, hojas, etc.), por tala, quema o desbroce, conlleva la producción de un gran número de rebrotes. Esto favorece la expansión de la especie y dificulta su control. Por lo tanto, su eliminación sólo es posible si se matan las raíces.

Métodos de control físico

Recomendable para la caña y herbáceas de gran porte. Comporta la extracción de las raíces mediante retroexcavadora y su transporte a planta de tratamiento. Hay que repasar el terreno de forma manual para localizar y extraer los fragmentos de raíces que puedan quedar. De forma previa es conveniente cortar y retirar las cañas.

Para las especies leñosas se pueden arrancar los ejemplares pequeños siempre y cuando no tengan bien desarrolladas sus raíces y se pueda garantizar que se extraen completamente. En suelos arenosos y húmedos es mas fácil garantizar este objetivo, por lo que se recomienda realizar estas tareas tras un día de lluvia o bien humedeciendo previamente la zona donde trabajar.

Cuando la invasión es muy localizada y se dispone de recursos para realizar un mantenimiento continuo de la zona intervenida durante meses (mínimo un año y medio), existe la opción de cortar los ejemplares de la especie invasora y cortar los rebrotes cada quince días, hasta agotar las reservas de la planta. En este caso hay que garantizar que no existen rebrotes fuera del ámbito de intervención. Des del punto de vista ambiental este método presenta la ventaja que evita el uso de herbicida y también la alteración del terreno con maquinaria.



Extracción de rizomas de caña


Métodos de control químico

Recomendable para especies leñosas, para las que se utiliza un herbicida que pueda matar su sistema de raíces. Se aplicará el siguiente protocolo:

  1. Desbroce manual selectivo con el fin de individualizar cada pie que deba tratarse y facilitar el acceso a este. Debe evitarse cortar los rebrotes pequeños, ya que si se cortan el herbicida no actúa sobre ellos y vuelven a brotar con facilidad.
  2. Con una broca grande, del número 8/10, se barrenará la base de los troncos para obtener orificios oblicuos de 45º y 2 cm de profundidad. El número de perforaciones será directamente proporcional al diámetro de la base del tronco, con una relación aproximada de un orificio por cada 2 cm de diámetro (por ejemplo, en un rebrote de 10 cm de diámetro se practicarán cinco perforaciones). En ausencia de toma de corriente esto requiere de un generador eléctrico o bien de una batería.
  3. En cada orificio se inyectará un volumen de 2 ml de solución de glifosato diluido con agua al 15 %.
  4. Los árboles se tratan sin talar. En el caso de que se deban eliminar los restos vegetales deben esperarse unos dos meses para su tala, y así garantizar la muerte de las raíces.
Inyección de herbicida en falsa acacia

El herbicida debe aplicarse durante la primavera o a principios de otoño, y garantizar que el vegetal está fisiológicamente activo. Evitar, por tanto, los momentos de parada vegetativa de invierno, por el frío, o de verano, por el calor y la sequía
Los rebrotes de pequeño diámetro que no sean perforables, por ejemplo durante los trabajos de mantenimiento, se pueden tratar de dos modos distintos:

  1. Aplicación pulverizada de glifosato al 4,5 % con mochila de presión previa. Se utilizará, además, el mojante Alquil Poliglicol 20 % al 0,1 % en volumen, que facilitará la fijación de la solución y la creación de pequeñas partículas. Asimismo, se añadirá a la solución un 0,05% de sulfato de amonio en polvo para favorecer la actividad metabólica y la adsorción de la materia activa.
  2. Para ejemplares de más de 50 cm de altura el tratamiento alternativo es la aplicación de triclopir 9 % y fluroxipir 3 %, combinación que comercialmente se distribuye con el nombre de Garlon GS. La aplicación debe efectuarse con una jeringa de plástico sobre cada rebrote, con gran cuidado, impregnando de solución el eje principal del plantón. Se puede pelar previamente un lateral de la base del tallo para facilitar la absorción del producto.


Métodos de control biológicos

Mediante desbroces selectivos favorecer las especies competidoras del entorno. En relación a la existencia de agentes de control biológico (enfermedades, predadores, etc.) Consultar la ficha de cada especie.

Casos particulares

Dentro de este grupo diferenciar las especies leñosas de las herbáceas de gran porte (cañas).

Consideraciones sobre seguridad y salud

La aplicación de herbicidas requiere de la participación de profesionales con las acreditaciones correspondientes y se llevará a cabo teniendo en cuenta todas las medidas de seguridad requeridas y de acuerdo con la normativa de obligado cumplimiento (ver apartado de criterios generales).

Referencias y links

http://www.ddgi.cat/web/recursos/document/3193/3297/Protocolos_de_gestion_de_la_flora_exotica_invasora__Control_quimico_del_ailanto_CAST.pdf
http://www.invasep.eu/manual%20ailanto%20final_LQ.pdf

Introducción

Árboles, arbustos y herbáceas de gran porte que no rebrotan, o sólo lo hacen des de la cepa. En su mayoría son especies que producen una gran cantidad de semillas, por lo que un objetivo importante de gestión es evitar que estas se puedan dispersar y originar nuevos focos de invasión tanto dentro de las instalaciones como en el entorno.

Métodos de control físico

Es el método recomendado. Comporta la extracción de las raíces mediante retroexcavadora y su transporte a planta de tratamiento. Hay que repasar el terreno de forma manual para localizar y extraer los fragmentos de raíces que puedan quedar.

Se pueden arrancar manualmente los ejemplares pequeños siempre y cuando no tengan bien desarrolladas sus raíces y se pueda garantizar que se extraen completamente. En suelos arenosos y húmedos es mas fácil garantizar este objetivo, por lo que se recomienda realizar estas tareas tras un día de lluvia o bien humedeciendo previamente la zona donde trabajar. Cuando la invasión es muy localizada y se dispone de recursos para realizar un mantenimiento continuo de la zona intervenida durante meses (mínimo un año y medio), existe la opción de cortar los ejemplares de la especie invasora y cortar los rebrotes cada quince días, hasta agotar las reservas de la planta.

Extracción mecánica de una macolla de hierba de la pampa


Métodos de control químico

Las especies arbóreas también se pueden eliminar con herbicida. Se aplicará el siguiente protocolo:

  1. Desbroce manual selectivo con el fin de individualizar cada pie que deba tratarse y facilitar el acceso a este.
  2. Con una broca grande, del número 8/10, se barrenará la base de los troncos para obtener orificios oblicuos de 45º y 2 cm de profundidad. El número de perforaciones será directamente proporcional al diámetro de la base del tronco, con una relación aproximada de un orificio por cada 2 cm de diámetro (por ejemplo, en un rebrote de 10 cm de diámetro se practicarán cinco perforaciones). En ausencia de toma de corriente esto requiere de un generador eléctrico o bien de una batería.
  3. En cada orificio se inyectará un volumen de 2 ml de solución de glifosato diluido con agua al 15 %.
  4. Se recomienda tratar los árboles sin talar. No obstante, es posible tala de forma previa si la aplicación de herbicida se realiza justos después de la tala.
El herbicida debe aplicarse durante la primavera o a principios de otoño, y garantizar que el vegetal está fisiológicamente activo. Evitar, por tanto, los momentos de parada vegetativa de invierno, por el frío, o de verano, por el calor y la sequía

Las especies herbáceas y los rebrotes de pequeño diámetro que no sean perforables se pueden tratar de dos modos distintos:

  1. Aplicación pulverizada de glifosato al 4,5 % con mochila de presión previa. Se utilizará, además, el mojante Alquil Poliglicol 20 % al 0,1 % en volumen, que facilitará la fijación de la solución y la creación de pequeñas partículas. Asimismo, se añadirá a la solución un 0,05% de sulfato de amonio en polvo para favorecer la actividad metabólica y la adsorción de la materia activa.
  2. Para ejemplares de más de 50 cm de altura el tratamiento alternativo es la aplicación de triclopir 9 % y fluroxipir 3 %, combinación que comercialmente se distribuye con el nombre de Garlon GS. La aplicación debe efectuarse con una jeringa de plástico sobre cada rebrote, con gran cuidado, impregnando de solución el eje principal del plantón. Se puede pelar previamente un lateral de la base del tallo para facilitar la absorción del producto.



Métodos de control biológicos

Mediante desbroces selectivos favorecer las especies competidoras del entorno. En relación a la existencia de agentes de control biológico (enfermedades, predadores, etc.) consultar la ficha de cada especie.

Casos particulares

En especies con un sistema de raices superficial, como la budleya o arbusto de las mariposas, la actuación recomendada consiste en atar la base de la planta mediante cadenas, de las que la máquina tirará para arrancar la cepa. Para ello atar la base de la planta mediante cadenas y tirar de la misma con un tractor o maquinaria apropiada. A continuación efectuar un repaso manual del terreno para evitar que queden raíces enterradas.

Consideraciones sobre seguridad y salud

La aplicación de herbicidas se llevará a cabo teniendo en cuenta todas las medidas de seguridad requeridas y de acuerdo con la normativa de obligado cumplimiento (ver apartado de criterios generales).

Referencias y links

http://www.liferipariater.com/biblioteca/items/65/PROTOCOLO_NEGUNDO_Y_OTRAS.pdf
http://www.ddgi.cat/web/recursos/document/3195/3299/Protocolos_de_gestion_de_la_flora_exotica_invasora__Control_del_arbusto_de_las_mariposas_CAST.pdf
http://www.ddgi.cat/web/recursos/document/3197/3300/Protocolos_de_gestion_de_la_flora_exotica_invasora__Control_quimico_de_la_pita_CAST.pdf

Introducción

Lianas y plantas trepadoras. Se caracterizan por tener un crecimiento vigoroso con el que recubren las otras especies, que pueden quedar literalmente ahogadas. Por este motivo es frecuente que se encuentre recubriendo las vallas de las instalaciones. En su mayoría rebrotan con vigor después de un desbroce, por lo que resulta un método de control ineficaz.

Métodos de control físico

Allí donde se puedan localizar con precisión la base de los tallos el control físico es el método recomendado. Comporta la extracción de las raíces mediante retroexcavadora y su transporte a planta de tratamiento. Hay que repasar el terreno de forma manual para localizar y extraer los fragmentos de raíces que puedan quedar. Una segunda opción para evitar el rebrote es la de recubrir el suelo con una lona opaca, de forma que los brotes se vean privados de luz. Hay que mantener la lona durante todo un año para garantizar la muerte de las raíces. Se pueden arrancar manualmente los ejemplares pequeños siempre y cuando no tengan bien desarrolladas sus raíces y se pueda garantizar que se extraen completamente. En suelos arenosos y húmedos es mas fácil garantizar este objetivo, por lo que se recomienda realizar estas tareas tras un día de lluvia o bien humedeciendo previamente la zona donde trabajar. Cuando la invasión es muy localizada y se dispone de recursos para realizar un mantenimiento continuo de la zona intervenida durante meses (mínimo un año y medio), existe la opción de cortar los ejemplares de la especie invasora y cortar los rebrotes cada quince días, hasta agotar las reservas de la planta.



Métodos de control químico

Recomendable en aquellas situaciones en las que la liana recubre grandes superficies o se encuentra mezclada con otras plantas. Se aplicará el siguiente protocolo:

  1. Desbroce manual selectivo de todos los ejemplares durante la primavera.
  2. Esperar entre 3 y 5 semanas, o cuando los ejemplares hayan rebrotado con tallos de 40 - 60 cm.
  3. Aplicación pulverizada de glifosato al 4,5 % con mochila de presión previa. Se utilizará, además, el mojante Alquil Poliglicol 20 % al 0,1 % en volumen, que facilitará la fijación de la solución y la creación de pequeñas partículas. Asimismo, se añadirá a la solución un 0,05% de sulfato de amonio en polvo para favorecer la actividad metabólica y la sistemia de la materia activa.
  4. Repetir el tratamiento hasta que cese el rebrote de la especie objetivo.



Métodos de control biológicos

En relación a la existencia de agentes de control biológico (enfermedades, predadores, etc.) consultar la ficha de cada especie.

Casos particulares

No contemplados.

Consideraciones sobre seguridad y salud

La aplicación de herbicidas se llevará a cabo teniendo en cuenta todas las medidas de seguridad requeridas y de acuerdo con la normativa de obligado cumplimiento (ver apartado de criterios generales).

Referencias y links

https://www.miteco.gob.es/es/biodiversidad/temas/conservacion-de-especies/Fallopia_baldschuanica_2013_tcm30-69831.pdf
https://www.miteco.gob.es/es/biodiversidad/temas/conservacion-de-especies/araujia_sericifera_2013_tcm30-69807.pdf

Introducción

Corresponde a otras herbáceas no consideradas en 1 o 2. En su mayoría se propagan mediante la diseminación de semillas, pero también hay muchas que pueden enraizar a partir de fragmentos de tallos y hojas. Es el caso de la mayoría de plantas crasas.

Métodos de control físico

Es el método recomendado. Consiste en la retirada manual de los ejemplares, intentando extraer la máxima cantidad de raíces posibles. En suelos arenosos y húmedos es mas fácil garantizar este objetivo, por lo que se recomienda realizar estas tareas tras un día de lluvia o bien humedeciendo previamente la zona donde trabajar.

Repetir la operación cada dos meses, hasta garantizar que no quedan ejemplares de la especie invasora.


  Ejemplares arrancados con raíz


Métodos de control químico

No recomendables por su impacto sobre el medio ambiente.



Métodos de control biológicos

Mediante desbroces selectivos favorecer las especies competidoras del entorno. En relación a la existencia de agentes de control biológico (enfermedades, predadores, etc.), consultar la ficha de cada especie.

Casos particulares

Dentro de este grupo hay que diferenciar las especies con ejemplares que se pueden individualizar de las que forman céspedes. Los cactus y plantas crasas en general también presentan características específicas que dificultan su control.

Consideraciones sobre seguridad y salud

Algunas especies tienen espinas, son urticantes o tóxicas. Consultar la ficha de cada una para saber las medidas de prevención específicas.

Referencias y links

http://www.ddgi.cat/web/recursos/document/3199/3302/Protocolos_de_gestion_de_la_flora_exotica_invasora__Control_de_la_una_de_gato_CAST.pdf
https://www.miteco.gob.es/es/biodiversidad/temas/conservacion-de-especies/heracleum_mentegazzianum_2013_tcm30-69835.pdf
http://mediambient.gencat.cat/web/.content/home/ambits_dactuacio/patrimoni_natural/especies_exotiques_medinatural/gestio_flora_invasora/miseria/Protocol_Miseria.pdf
http://www.agroambient.gva.es/documents/91061501/161549814/Bases+para+el+control+del+cactus+invasor+Cylindropuntia+pallida/9efb066d-28a4-4904-8c71-49b0ee7e2ae4?version=1.3

5. Plantas acuáticas
Introducción

Las plantas acuáticas invasoras colmatan con facilidad lagunas y cursos fluviales de aguas lentas, alterando de forma grave los ecosistemas. En muchos casos basta un fragmento de un ejemplar para iniciar un foco de invasión.

Métodos de control físico

Es el método recomendado. Consiste en la retirada manual o por medio de máquinas (rastrillos, cadenas, equipos de dragado, etc.). Los restos vegetales deben ser extraídos del agua para evitar su descomposición dentro de la zona húmeda. En el caso de las especies enraizadas, y debido al rebrote, es un método fácil pero ineficaz si no se repite periódicamente, o se complementa con otros métodos. Allí donde sea posible resulta efectivo desecar la masa de agua y extraer una capa de 20 cm de sedimento para extraer las raíces y el banco de semillas. El sombreado es otra opción, pero igual que la desecación solo es posible en lagunas de reducidas dimensiones.



Métodos de control químico

En lo que respecta a los métodos químicos, hay que tener presente el bajo número de herbicidas autorizados en zonas húmedas y los daños que su aplicación puede provocar en el ecosistema. Por este motivo, no es aconsejable su empleo en zonas naturales. En el caso de estanques artificiales, y después de comprobar que no se encuentran anfibios u otras especies de interés, se pueden desecar y limpiar con cloro o algún otro desinfectante utilizado para la limpieza de piscinas.



Métodos de control biológicos

En relación a la existencia de agentes de control biológico (enfermedades, predadores, etc.) consultar la ficha de cada especie.

Casos particulares

Dentro de este grupo hay que diferenciar las especies enraizadas en el fondo de las que flotan.

Consideraciones sobre seguridad y salud

El uso de cloro u otros desinfectantes requiere de la aplicación de las medidas de seguridad y salud oportunas. El agua resultado de la desinfección ha de ser tratada antes de ser vertida al medio natural.

Referencias y links

https://www.miteco.gob.es/es/biodiversidad/temas/conservacion-de-especies/eichhornia_crassipes_2013_tcm30-69827.pdf
https://www.miteco.gob.es/es/biodiversidad/temas/conservacion-de-especies/azolla_spp_2013_tcm30-69812.pdf